Le llegó el turno de tener su daiza, a esta bonita piedra que encontré un día del pasado verano. El caso es que parecía un pedrero sin ningún interés, en el que no resaltaban sus piedras ni por coloridos llamativos ni por texturas interesantes. Pero estar tirado al sol en la arena resultaba más aburrido aún.
Me impresionó enormemente el encontrarla e inmediatamente vi el pajarraco que muestra. Ha pasado a un lugar privilegiado en mi vitrina.
El águila se ve perfectamente, tienes una mano increíble encontrando piedras y no te digo ya, para hacerles el daiza más adecuada.
ResponderEliminarUn abrazo
Este daiza he disfrutado mucho haciéndolo, pues es de madera de tejo y es durísima, por lo que no estilla, además tiene unas vetas preciosas. No sé si he hecho bien tiñéndola, pero me parecía que así oscura quedaría mejor.
ResponderEliminarGracias Loli.
Un abrazo.
Muy guapu esi páxaru. Creo que me gustaba más el daiza antes de teñir.Lo discutiremos.
ResponderEliminarUn abrazu.
La madera es tejo y por lo tanto muy bonita, pero me parecía algo clara...... en fin..... lo discutiremos.....
ResponderEliminarUn abrazo, amigo.